Luto después del libro After

Después de leer un libro, te quedas con la emoción de haber vivido por un luto. Sí, un luto. Porque fuiste parte de las emociones de esa realidad, porque fue real. Así es, fue real en tu mente. Viviste a flor de piel cada escena recreada en tu mente, comenzaste este viaje desde la primera hasta la última letra.

Te dormías con el libro en tu regazo y te levantabas con la idea de volver a sentir ese placer de pasar página por página. Hasta ibas al baño con el libro (sí, muy poco higiénico). Pero esa es la consecuencia de ser una leedora innata y no restringirse de perderse ni un solo momento de la historia de Hardin y Tessa. Ah, y también leer tomando el desayuno.

A pesar de que no es un amor que yo personalmente quiera vivir, por muchas razones… Y no me quiero contradecir, ya que sí creo en las almas y llamas gemelas (que no es lo mismo).

Te explico mejor, para que entiendas el concepto: las almas gemelas son personas que en esta vida inevitablemente se reencuentran, por no haber consumado su amor en otra vida. Por X motivo: ya sea por personas externas que no dejaron que vivieran su amor, por muertes, por cambios de localidad… un sinfín de cosas.

Ellos no pudieron vivir su amor en otra vida y quedaron pendientes de vivirla en esta. Pero sí pueden estar sin el otro y también enamorarse de otras personas. De hecho, pueden tener varias almas gemelas. Es decir, amar incondicionalmente, independiente si es su alma gemela o no. Como dije, pueden tener varias almas gemelas.

Y ahora, las muy llamadas llamas gemelas. Uf, estas sí que son intensas… poooooorque es como si una sola alma se dividiera en dos cuerpos distintos. Y Hardin y Tessa son llamas gemelas, porque, a pesar de que no sabían que podían experimentar ese amor que te deja sin aire, ese amor que duele a más no poder, que te quema en cada beso y en cada discusión, se les era imposible separarse el uno del otro. Era más fuerte que sus propios pensamientos racionales, sobre todo los de Tessa.

Me cautivó cuando vi la película, sobre todo por el amor tan intenso que vivían estos chicos… y el actor, uf. Me dije: “Tengo que leer estos libros para ver el trasfondo de todo esto”. Y, como dije en varias historias que subí a Instagram, me leí los 4 libros en menos de un mes (bueno, y eso porque también tenía mucho tiempo libre).

Y también porque siento que me oculté en estos libros para querer escapar de mi realidad. Porque, si te das cuenta, cuando lees, todo lo que está a tu alrededor desaparece y el tiempo ya no existe. Eres solo tú, tus ojos que pasan letra por letra formando una palabra que se convierte en frases y, a la vez, vas experimentando emociones tan intensas. Visualizas cada escena como si tú la estuvieras viviendo.

Y qué hablar de las escenas donde tienen sexo, Dios. Qué manera de imaginar eso. Pero, ¿sabes? Más que el sexo, siento que es la emoción de saber que yo también experimenté y también (obvio) quiero experimentar nuevamente la conexión en la intimidad. Pero no sé si llamarlo conexión… siento que esa palabra se queda corta. Es inefable (indescriptible).

En fin, la enseñanza que más puedo sacar de este libro, y que me gustó mucho, fue cuando, al pasar los años, Tessa relata que no seguiría con su trabajo en la editorial, que después de haberse graduado siguió trabajando de garzona hasta que encontró otra pasión, que era organizar bodas. Y dijo:
“Ya no quiero vivir apurada y con la intriga de qué será de mi vida más adelante. Prefiero vivir tranquila, sabiendo que estoy dando lo mejor de mí ahora”.

Y eso, guau, fue maravilloso. El cómo la autora, al final, hizo que sus personajes vivieran una profunda transformación personal. Sobre todo Tessa, porque Hardin fue más paciente y consciente al momento de alejarse de ella, ya que sabía que, si seguía cerca, iban a seguir lastimando a las personas que estaban a su alrededor.

Me encantó. Pegada desde principio a fin con la historia de esta llama gemela dividida en dos cuerpos.

No me gustaría vivir un amor así, la verdad, tan dependiente del otro. Creo en un amor más libre, donde no necesites la aprobación o la compañía para sentirte completo. Más bien, un amor libre, donde sea un compañero que saque lo mejor de ti, que sea consciente de decirte lo más crudo, pero con la intención de que cambies para bien.

Y bueno, si tengo una llama gemela, creo que es inevitable vivir lo que tengan que vivir las llamas gemelas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Desplazamiento al inicio